MUJERES ANÓNIMAS: LA LUCHA DE CADA DÍA

MUJERES ANÓNIMAS: LA LUCHA DE CADA DÍA

El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, y para Cerro Largo se trata de una fecha cargada de simbolismo, el día que nació Juana Fernández Morales, mejor conocida como Juana de Ibarbourou, mujer emblema del departamento.

Para conmemorar la fecha, Cerro Largo Notica Joven decidió entrevistar a mujeres, que al igual que Juana 100 años atrás, luchan día a día y tienen algo para compartir. En el trabajo, en el hogar y en la vida, mujeres como ellas construyen la historia y dan ejemplo de humanidad.  

Cristina, Carmen, Liliana, Leticia y Rocío son mujeres cerrolarguenses anónimas que hoy nos transmiten sus experiencias.

Carmen, una luchadora hasta el final.

Llegó a Melo en circunstancias complicadas, hoy forma parte, con 58 años, del equipo de trabajo del Hogar de Ancianos Municipal. “Los ancianos son como niños, hay que saber como tratarlos”-expresa y cataloga su relación con ellos, como “muy buena”.  A pesar de los problemas a los que tuvo que enfrentarse su sonrisa en el rostro durante la entrevista nunca desapareció.

Carmen hoy se encuentra en pareja desde hace 32 años con un compañero melense, pero antes de encontrarlo tuvo que luchar por defender su vida y sus derechos.

Durante su niñez, vivía con su padre y su madrastra, ésta segunda en ausencia de su progenitor la maltrataba. “Me ponía de rodillas en maíz con botellas de agua en los brazos durante la noche, cuando él no estaba”-resume. Confió en Dios, y admite que fue él que la hizo salir adelante.

Pero la oscuridad continuó. A los 24 años fue violada y quedó embarazada de un niño. “Nunca abandoné a mis hijos, ni quise sacarlos de mi vientre (…) al momento del nacimiento de tu hijo, se te olvida todo lo malo”, así sobrellevó lo que el destino le había dado.

Decidió volver a apostar al amor y otra vez la vida le daba la espalda. Sufrió por su pareja maltrato físico y sexual, llegando a perder a su hijo con 4 meses de vida.

A pesar de su pasado, hoy tiene 11 hijos y unos cuantos  a los que llama “nietos adoptivos”, que son chicos que saca del contexto de la droga.

Contando la historia, con sus pesares agrega “Soy una persona que tuvo suerte en su vida, porque aunque te vaya mal, no podes abandonarte, al contrario, tenés que salir adelante”. Hoy vive intentando contribuir con su grano de arena a nuestra sociedad, luchando cada día. 

A continuación fragmentos de su entrevista.

Leticia, una joven diferente.

Con 16 años tuvo a Lucas, lo que ella define “el amor de su vida”, hoy con 24 años, se despierta cada día a trabajar por su hijo.

Hace unos meses era trabajadora municipal, hasta que decidió que su vocación era el trabajo con ancianos, dice que con ellos se entiende mejor que con las personas de su edad.

A Leticia le tocó madurar rápido. Vivió un embarazo adolescente y hoy transita el divorcio del padre de su hijo. Vivió el parto sola y con mucho miedo, al momento del nacimiento de Lucas fue llevado directo a la incubadora porque no tenía el pulmón totalmente desarrollado. “Mi experiencia fue como ser una niña con su nuevo juguete, mi hijo era mi juguete”-expresa.

Cuenta que hoy, con su hijo sano y recuperado sale a trabajar por su familia. Con el divorcio la situación económica empeoró y es otra jefa de hogar de nuestro país. Agrega además que tiene compañeras que trabajan de albañiles y otros trabajos de fuerza por no poder acceder a otras opciones, a las cuales admira por nunca perder su femineidad.

A continuación fragmentos de su entrevista.

Rocío, una mujer fuerte.

“Ser madre es fortaleza”, tiene cinco hijos y supo querer tener diez y para ella son sus amigos incondicionales.

Ser madre fue una de las mejores cosas que le pasó y afirma que el educar se construye dia a dia. Sus hijos hoy son mayores, pero afirma que durante la niñez y juventud de sus niños intentó brindarles la mejor educación que pudo.“No se trata solamente de tener hijos, hay que educarlos”-expresó a Cerro Largo Noticia Joven

Se desempeña como cocinera, y al ser consultada acerca de su experiencia de ser madre agrega que es “lo más bonito”, combinar el ser mujer y madre.

Cree que en la sociedad es muy complicado para la mujer poder abocarse a la educación de los hijos. Las mujeres jefes de hogar hoy tienen que tener dos empleos y a veces los tiempos no les dan”-asegura.

Rocío, cómo muchas mujeres del departamento, es una mujer fuerte, abocada a sus hijos y a su profesión.

A continuación fragmentos de su entrevista.

Liliana, una mujer transformadora.

En un principio quiso estudiar psicología, pero las circunstancias de la vida la llevaron a dedicarse a la docencia. Hoy admite ser una “enamorada de la profesión” y se desempeña como directora ejecutiva en la escuela de tiempo completo N° 112 de un barrio alejado de la ciudad de Melo, el Barrio Hipódromo.

“Siguiendo las huellas anteriores para no perder la identidad”, así comenzó su trabajo de dirección. Hoy la escuela está en camino a tener un nombre, cuenta con un grupo de participación y tiene entre sus actividades  el ajedrez, la danza y el canto.

Liliana cree firmemente en el rol transformador de la mujer, de la capacidad de cambio. Y eso es lo que está logrando en la escuela. Admite que le gusta gestionar, organizar las actividades. Hoy se ha vinculado con el barrio y cada uno de sus alumnos. Instauró un saludo matinal al comienzo de cada día con el propósito de establecer contacto con los niños y generar un ambiente para que ellos se expresen, comentan las noticias, festejan los cumpleaños y agregan humanidad al día a día.

Le ha tocado comprender la situación de cada hogar de los niños en cada visita que realiza. Conociendo la realidad esta emprendedora social apuesta a mejorar la zona. Hoy la escuela es sede de cursos de la UTU, donde la gente del barrio tiene prioridad de ingreso. Madre y maestra combina las actividades de educación en el hogar y en su trabajo como muchas mujeres uruguayas.

A continuación fragmentos de su entrevista.

Cristina, una mujer responsable.

Al ingresar al Hogar de Ancianos Municipal de Cerro Largo, una mujer adulta se acerca caminando desde el patio. Nunca imaginó que compartiendo su historia los ojos se le llenarían de lágrimas.

Cristina está casada y expresa que es “la que defiende la casa”. Comenzó trabajando en casas de familia y mutualistas y hoy hace 11 años desde que un anciano la invitó a quedarse a cuidarlo en un Hogar.

Cristina emocionada compartiendo su experiencia.

Admite que en su vida hubo altibajos, pero que salió adelante por su fuerza. Relacionado a su experiencia como madre expresa que intentó e intenta darle todo lo que ella no tuvo en su juventud y su niñez a sus hijos.

Al admitir el amor hacia sus hijos los ojos se le llenan de lágrimas. Una mujer dedicada al trabajo que hoy cosecha el fruto de su trabajo. Una mujer sensible, como tantas y luchadora.

Este es un homenaje a todas las mujeres anónimas uruguayas que se levantan día a día a hacer Patria y que sea cual sea su realidad siempre sacan lo mejor de las situaciones. Muy feliz día.

Nota: Estas mujeres accedieron a brindar las historias. Fueron consultadas antes de su publicación y firmaron una autorización.

Agradecimientos especiales: a Leticia, Rocío, Cristina, Carmen y Liliana por compartir sus testimonios.

Redacción, edición de vídeo y fotografía: Manuela García.